Empezamos
nuestra andadura en este blog comentando la edición anotada de una obra que
está muy de moda: El Hobbit. Poco comentaremos de la historia en sí,
de sobra conocida por todos: en un agujero en el suelo vivía un
acomodado hobbit, al que un mago y unos enanos van a molestar para
contratarlo como saqueador; tras despertarse su lado más aventurero
decide enrolarse en un periplo en el que se enfrentará (con más o
menos fortuna) a los trolls, a las arañas, a los trasgos, a la
cólera de un dragón, y muy especialmente, a la tozudez de los
enanos.
Esta
edición, anotada por Douglas A. Anderson es una delicia para cualquier
frikoide del universo Tolkien y para todo aquel que se quiera
adentrar en él. La anotación va en sendas columnas en los márgenes
del texto, presentando información e ilustraciones de las diferentes
ediciones, de las que yo destacaría las originales que dibujó el
propio J.R.R.; algunas se conservan hasta con las indicaciones
específicas para los impresores de George Allen & Unwin que
preparaban la primera edición de 1937.
Pero
una de las partes más suculentas del libro es la introducción, en
la que Anderson nos cuenta un poco de la vida de este brillante
profesor de literatura medieval, que quedó huérfano siendo muy
joven y que pronto se empezó a estudiar lenguas antiguas y a
crear nuevas a partir de éstas. En la casa de huéspedes donde vivía
J.R.R. coincide Edith Bratt, quien será el amor de su vida; pero el
tutor de Tolkien (Francis Morgan, clérico hispano-británico, por
cierto) le prohíbe tener relaciones sentimentales hasta la mayoría
de edad (21 años), edad a la que Tolkien esperó para volver a
relacionarse con Edith. El 22 de marzo de 1916, con los 21 años
cumplidos, se casan, justo antes de que J.R.R. fuera enviado a
Francia a luchar a la Gran Guerra. Tras volver de la guerra, comienza
a trabajar en el ámbito universitario y la pareja tiene a sus cuatro
hijos, los primeros destinatarios del cuento de El Hobbit. En el libro sigue
con muchos más detalles de su vida, que no os desvelaré. Tan sólo
me quedaré con una imagen que aparece en la página 2: un escritorio
que Edith regaló a Tolkien en 1927 y sobre el que escribió,
mecanografió e ilustró El Hobbit. En 1972 lo donó a una
institución de socorro de ancianos y actualmente descansa en el
Marion F. Wade Center, en Wheaton, Illinois, por si alguien tiene
pensado pasarse por allí.
Otras joyas de este libro
son los apéndices: hay un apartado dedicado a ilustraciones a todo
color, con dibujos del propio autor. Al final se presenta el
apéndice B, dedicado a la transcripción de las runas; y el apéndice A, “La Búsqueda
de Erebor”, donde se relata una conversación entre Gandalf, Gimli
y Peregrin después de derrotar a Sauron. En ella, el istari les
desvela los preparativos de la empresa de Thorin y la elección de un
hobbit, un saqueador con los cimientos firmes de un Bolsón y una
pizca de Tuk, algo que será clave para la derrota del mal en la
Tierra Media.
En
fin, espero que estas breves pinceladas os animen a disfrutar este
gran clásico más intensamente.
¡Hasta
pronto!
FICHA:
Título: El Hobbit, anotado
Autor: J.R.R. Tolkien
Anotado por: Douglas A. Anderson
Editorial: Minotauro
Año: 2012 (segunda impresión).
Interesante post. yo me queria leer el hobbit, creo q me compraré esta edición.
ResponderEliminarSiempre es interesante conocer más sobre la vida de Tolkien, por eso esta edición del Hobbit es tan interesante. Yo también la recomiendo a todo aquel que quiera disfrutar de esta aventura.
ResponderEliminar