lunes, 6 de enero de 2014

El Hobbit, anotado


Empezamos nuestra andadura en este blog comentando la edición anotada de una obra que está muy de moda: El Hobbit. Poco comentaremos de la historia en sí, de sobra conocida por todos: en un agujero en el suelo vivía un acomodado hobbit, al que un mago y unos enanos van a molestar para contratarlo como saqueador; tras despertarse su lado más aventurero decide enrolarse en un periplo en el que se enfrentará (con más o menos fortuna) a los trolls, a las arañas, a los trasgos, a la cólera de un dragón, y muy especialmente, a la tozudez de los enanos.

Esta edición, anotada por Douglas A. Anderson es una delicia para cualquier frikoide del universo Tolkien y para todo aquel que se quiera adentrar en él. La anotación va en sendas columnas en los márgenes del texto, presentando información e ilustraciones de las diferentes ediciones, de las que yo destacaría las originales que dibujó el propio J.R.R.; algunas se conservan hasta con las indicaciones específicas para los impresores de George Allen & Unwin que preparaban la primera edición de 1937.

Pero una de las partes más suculentas del libro es la introducción, en la que Anderson nos cuenta un poco de la vida de este brillante profesor de literatura medieval, que quedó huérfano siendo muy joven y que pronto se empezó a estudiar lenguas antiguas y a crear nuevas a partir de éstas. En la casa de huéspedes donde vivía J.R.R. coincide Edith Bratt, quien será el amor de su vida; pero el tutor de Tolkien (Francis Morgan, clérico hispano-británico, por cierto) le prohíbe tener relaciones sentimentales hasta la mayoría de edad (21 años), edad a la que Tolkien esperó para volver a relacionarse con Edith. El 22 de marzo de 1916, con los 21 años cumplidos, se casan, justo antes de que J.R.R. fuera enviado a Francia a luchar a la Gran Guerra. Tras volver de la guerra, comienza a trabajar en el ámbito universitario y la pareja tiene a sus cuatro hijos, los primeros destinatarios del cuento de El Hobbit. En el libro sigue con muchos más detalles de su vida, que no os desvelaré. Tan sólo me quedaré con una imagen que aparece en la página 2: un escritorio que Edith regaló a Tolkien en 1927 y sobre el que escribió, mecanografió e ilustró El Hobbit. En 1972 lo donó a una institución de socorro de ancianos y actualmente descansa en el Marion F. Wade Center, en Wheaton, Illinois, por si alguien tiene pensado pasarse por allí. 

Otras joyas de este libro son los apéndices: hay un apartado dedicado a ilustraciones a todo color, con dibujos del propio autor. Al final se presenta el apéndice B, dedicado a la transcripción de las runas; y el apéndice A, “La Búsqueda de Erebor”, donde se relata una conversación entre Gandalf, Gimli y Peregrin después de derrotar a Sauron. En ella, el istari les desvela los preparativos de la empresa de Thorin y la elección de un hobbit, un saqueador con los cimientos firmes de un Bolsón y una pizca de Tuk, algo que será clave para la derrota del mal en la Tierra Media.

En fin, espero que estas breves pinceladas os animen a disfrutar este gran clásico más intensamente.

¡Hasta pronto!


FICHA: 
 Título: El Hobbit, anotado
Autor: J.R.R. Tolkien
Anotado por: Douglas A. Anderson
Editorial: Minotauro
Año: 2012 (segunda impresión).

2 comentarios:

  1. Interesante post. yo me queria leer el hobbit, creo q me compraré esta edición.

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  2. Siempre es interesante conocer más sobre la vida de Tolkien, por eso esta edición del Hobbit es tan interesante. Yo también la recomiendo a todo aquel que quiera disfrutar de esta aventura.

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