Pórtico: Los anales de los Heechee

Tras un largo paréntesis, vuelvo con un post de uno de los últimos libros que me he leído; una novela fresca, rápida y, cómo no, de ciencia ficción. Se trata del inicio de una saga con la que Frederik Pohl conquistó los mayores galardones de la ciencia ficción: Nebula, Hugo, Locus y John W. Campbell Memorial. Estamos hablando de Pórtico. Los anales de los Heechee.

El argumento lo tiene todo para disfrutar de cada línea: viajes en el espacio, civilización extraterrestre desconocida, búsqueda de fortuna y una sociedad agonizante que se agarra a cualquier brizna de esperanza para sobrevivir y, si es posible, medrar.

Robinette Broadhead, nuestro protagonista, no es un tipo especial, pero tiene suerte, por lo menos algo más que la de sus compañeros de las minas de alimento donde crece, pues en un planeta Tierra enfermo y agonizante, los alimentos se sintetizan a partir de minerales. Sólo los ricos pueden mantenerse sanos por mucho tiempo, sólo aquellos que pueden permitirse un certificado médico completo. No hay forma de escapar de ese destino gris, excepto que te toque la lotería. Y este es el caso de nuestro protagonista. En la sociedad del momento todos buscan enriquecerse para poder comprar un billete a Pórtico. Años antes de que naciera el protagonista, en unas prospecciones en Venus, descubren los restos de una civilización extraterrestre muy avanzada tecnológicamente que por razones desconocidas desaparece dejando todos los artilugios abandonados. Hablamos de los Heechee. En un planetoide, conocido como Pórtico se descubrió una flota de naves Heechee, programadas para viajar a diferentes puntos. Varias empresas de la Tierra se dedican a fomentar que prospectores se aventuren en estas naves con destinos preprogramados y de las que apenas se conoce el funcionamiento, y vayan en busca de objetos alienígenas que puedan ser copiados o vendidos. La mayoría de estos aventureros encuentra la muerte lejos de sus casas, pero algunos tienen suerte y consiguen hacerse millonarios. Cegado por esta quimera, Robinette invertirá todas las ganancias de la lotería en un pasaje a Pórtico desde donde buscará unas veces la riqueza y otras la supervivencia.

En cualquier caso, nuestro protagonista queda tocado de tanto sufrimiento, pues en el presente un Robinette, con su certificado médico completo, asiste a las sesiones de un psicoanalista robótico llamado Sigfrid, quién le hará recordar, lo que es aprovechado por el autor para introducir flashbacks a través de los que nos narra las aventuras en Pórtico. Si os gusta este género, disfrutaréis de una lectura amena y original.



Título: Pórtico. Los anales de los Heechee.
Título original: Gateway.
Autor: Frederik Pohl
Editorial: B de Bolsillo, colección Nova, 365 p. 2015
Año de publicación: 1977